Pasada la Semana Santa de 2007, y mientras sigue el trabajo de carpintería del primer cuerpo y su tallado, comienzo la planimetría y trazado definitivo del ático semicircular del retablo.
Definida en primera instancia sus líneas generales, con un arco abombado que acoge una capilla o enmarcamiento con la figura de Dios Padre, que a su vez tiene su propia líneas de cornisas centradas en una cartela, quedaba por darle lógica a la composición y enlazarla con la cartela en la que se situaba la Paloma del Espíritu Santo, que es la que protagoniza el centro de las cornisas partidas, punto esencial en la configuración del retablo.
Para ello utilizo un esquema de planos superpuestos, de tal forma que el plano que conforma la mencionada cartela sigue hacia arriba conformando también el plano base de la Capilla o enmarcamiento de Dios Padre. A ese plano base, se ban superponiendo otros planos, según modelos arquitectónicos retablísticos del XVIII, muy utilizados en sus dibujos por Guzmán Bejarano y Juan Borrero.
En este plano-esquema podemos apreciar lo anteriormente descrito; sobre el plano que está trazado en rojo, y que a su vez parte del inglete del centro del arco del camarín (según se ve en el extremo inferior del dibujo, a lápiz) queda cortado, que no interrumpido por dos molduras enfrentadas, señaladas en naranja, superpuestas, conformando así la cartela del Espíritu Santo. A ese plano señalado en rojo, siguiendo en altura, se superpone el plano verde, al que a su vez se superpone mediante unas mensulillas laterales el plano señalado con color azul y otro, frontalmente señalado igualmente en rojo. Sobre esta Capilla o enmarcamiento se crea una línea de cornisas, señalada en color negro, que a su vez también ingletea o avanza en su centro, marcado con color amarillo. Sobre ese inglete, se sitúa una cartela apaisada rodeada de ornamentación.
El plano base que surje de la cartela del Espíritu Santo tiene una especie de mensulones o enroscamientos en forma de "orejeras" que envuelven el plano superior. Toda esta Capilla o enmarcamiento se conforma así con un juego de dichos planos, que hubo que ir definiendo y dibujando perfectamente a escala buscando una armonía de líneas.
Precisamente definir esas líneas y trazarlas con cierta elegancia, es lo más complicado y arduo de este trabajo. Hubo que definir aquí toda la Capilla ya señalada, las "orejeras" en las que se abre la cornisa principal del retablo y la ornamentación que quedaba en los recuadros.
El arco que delimitaba el ático, descrito en el proyecto inicial como abombado y calado, se ve desplazado del límite de la bóveda del presbiterio, porque al ir en línea con las columnas grandes salomónicas y sus ingletes de las cornisas tiene que ir más despegado de ésta bóveda. Por ello creo un arco secundario, mucho más pequeño, también abombado, no calado, que apea en un inglete del banquillo de la cornisa
En este dibujo preparatorio podemos apreciar, de izquierda a derecha, lo siguiente; la crestería del retablo, para que no ocupara todo el muro del presbiterio totalmente y "respirara" en la arquitectura de la Iglesia, no pareciera que estuviese "empotrado". Después, el primer arco trazado con una moldura, que apea en el inglete del banquillo que se observa, con una pequeña mensulilla a su vez. Después unos recuadros con ornamentación y la línea del arco grande, con bombo calado, que cae justo detrás de la gran perinola que se observa también en el dibujo.
El ático estaba englobado en un cuadrado de 3.62 x 3.62 mts, tal y como se ve en éstos esquemas preparatorios, donde también se describen el perfil y el cortes de los arcos y bombos antes señalados;
Precisamente al caer el arco con bombo calado justo detrás de la gran perinola, ésta había que falsearla por detrás, para que cupiese y no se estorbasen dicho bombo y la panza de la perinola, como se ve en el dibujo inferior con la dicha pieza contorneada en rojo, vista de perfil, tal y como quedaría puesta en su sitio.